jueves, 26 de diciembre de 2024

Tomé: De Pueblo a Ciudad Industrial

 Un día como Hoy Tomé: De Pueblo a Ciudad Industrial



En las costas de la región del Bío-Bío, donde el mar se encuentra con la fértil tierra, surgió y floreció la ciudad de Tomé. Sus orígenes se remontan a mediados del siglo XIX, cuando un puñado de valientes pioneros, como doña Gertrudis Nogueira, don Juan de Dios Maldonado y don Juan Ferrer, decidieron establecerse en estas tierras vírgenes.

Lo que comenzó como un pequeño asentamiento, creció de manera sostenida gracias a la generosidad de sus primeros habitantes, quienes cedieron sus terrenos para el desarrollo de la comunidad. En 1885, este esfuerzo conjunto fue reconocido con la otorgación del título de ciudad, un hito que marcó un antes y un después en la historia de Tomé.

Un Motor Económico

Tomé se convirtió rápidamente en un motor económico de la región. Su privilegiada ubicación geográfica y la riqueza de sus tierras la convirtieron en un importante centro agrícola y portuario. Durante décadas, el trigo fue el principal producto de exportación, llegando a representar casi el 90% de la producción nacional en 1871.

Sin embargo, la vocación industrial de Tomé no se detuvo ahí. La proliferación de molinos harineros, como California, Collén, Caracol y Bellavista, transformó a la ciudad en el principal puerto de la harina del país. A esta actividad se sumaron otras industrias como la curtiembre, la jabonería y la tonelería, generando empleo y dinamizando la economía local.

Un Puerto Bullicioso

La actividad naviera era otro de los pilares de la economía tomecina. En 1872, más de 350 barcos recalaban en su puerto, transportando miles de toneladas de mercancías. Este intenso tráfico marítimo se vio impulsado por el auge de la industria textil, que convirtió a Tomé en el primer puerto textil de Chile. Fábricas como Paños Bellavista, Sociedad de Paños Oveja y Fábrica Italo Americana de Paños contribuyeron a consolidar esta posición.

Un Legado que Perdura

El pasado industrial de Tomé dejó una huella imborrable en su identidad. Sus calles aún conservan vestigios de aquella época dorada, como antiguas casonas, galpones y maquinaria. Hoy en día, la ciudad ha logrado diversificar su economía y se ha convertido en un atractivo destino turístico, que combina su rica historia con la belleza de sus playas y su entorno natural.

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